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“No hay una única persona mayor, por lo que no puede haber un solo modelo residencial”

miércoles 13 de diciembre de 2017, 17:40h
NGD entrevista a Heitor Garcia Lantarón, arquitecto colaborador del Instituto Danés de Investigación en Edificación.
“No hay una única persona mayor, por lo que no puede haber un solo modelo residencial”
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Arquitecto de profesión, Heitor Garcia Lantarón colabora actualmente con el Instituto Danés de Investigación en Edificación, SBI, donde realiza trabajos de consultoría sobre nuevos modelos de alojamiento para dar respuesta al envejecimiento de la población. Además ha creado www.viviendasparamayores.com desde donde trabaja para dar respuesta a las necesidades y deseos de los mayores en esta materia promocionando la independencia y la autonomía personal a través del diseño arquitectónico.

Con él ha querido hablar NGD para que nos cuente, desde su experiencia en Dinamarca, qué modelos arquitectónicos podrían adecuarse al mercado español y qué cambios deberían realizarse, precisamente cuando ACRA acaba de publicar el informe de su último viaje empresarial a este país que fue promovido por Inforesidencias.

¿Cuales son las claves para que una vivienda sea adecuada para llevar un envejecimiento activo?

Esa es la gran pregunta. El concepto de envejecimiento activo que desarrolló la OMS no se refiere solo a estar activo físicamente, sino socialmente, y yo creo que es ahí donde esta el tema. La idea es que sean viviendas para una persona mayor que esta está perfectamente y es parte activa de la sociedad, esto es una cuestión relativamente nueva.

Se trata de diseñar viviendas teniendo en cuenta que hay que fomentar la independencia, la interacción, la integración y la identidad de estas personas. Estas cuatro "íes" son fundamentales para desarrollar criterios de diseño, teniendo en cuenta que nuestras capacidades van cambiando con la edad y por lo tanto se trata de diseñar para el cambio.

Muchas de las viviendas actuales tienen poca flexibilidad a la hora de poder cambiar el uso de las habitaciones. Hay un concepto muy antiguo en toda la normativa sobre el uso y la denominación que damos a las habitaciones: dormitorio donde se duerme; sala de estar donde esta la televisión. Esto ha cambiado mucho, tenemos que incorporar las necesidades que van surgiendo a lo largo de la vida y no tener miedo a que cambie el uso de las habitaciones.

Por ejemplo los noruegos ya lo tienen incorporado en la propia normativa de diseño que es el diseño universal. La única manera de favorecer el que todo el mundo sea independiente es diseñar para que todo el mundo pueda usar las viviendas. Esta claro que no podemos diseñar cada vivienda para todo el mundo, pero igual que no puedes diseñar un móvil para todo el mundo, lo que sí podemos hacer es diseñar una vivienda que pueda usarla todo el mundo. Este concepto de uso es la diferencia.

Esto es muy difícil en un contexto como España, donde lo único que existe es la adaptabilidad funcional, que es reformar tu casa, para adaptarla a tus necesidades cuando te haces mayor, o irte a una residencia. Ahora han aparecido las viviendas tuteladas que si lo comparas porcentualmente con el resto es mínimo, y el problema es que están dirigidas hacia el usuario que tienen un problema de alojamiento grave, no son para todo el mundo y luego están bajo la normativa de Servicios Sociales, que es la diferencia con los países del norte, con lo cual parece que en España estamos arrancando pero no hay alternativas reales al hecho de quedarte en tu casa e intentar reformarla o irte a una residencia.

Usted señala que en España solo hay dos opciones de alojamiento: o adaptabilidad de vivienda o residencias. ¿Qué opciones hay en medio? Y en los países del norte, ¿si no dependen de Servicios Sociales de quién dependen?

En Dinamarca lo que hubo fue un cambio bastante importante en los años 80. En aquel entonces hubo una Comisión en el Gobierno que trabajó desde el 78 hasta el 82 para analizar que se puede hacer con el reto que supone el envejecimiento de la población y dio una serie de recomendaciones.

Ellos se dieron cuenta que desde el punto de vista económico no era viable que cada vez que alguien estuviera mal enviarla a una residencia, porque iba a incrementarse mucho el número de personas mayores, habría que construir muchísimas residencias y además habría que tener muchos cuidadores y muchos médicos y demás personal; y luego por otro lado es que la gente no quiere vivir en una residencia.

Esta Comisión dio una serie de recomendaciones que el Gobierno incorporó en una Ley y entonces se prohibió la construcción de residencias. En Dinamarca están prohibidas desde el año 86, y eso generó un cambió de paradigma porque se apostó por los servicios a domicilio. Se apostó por la atención centrada en la persona a domicilio. Todos los profesionales que trabajaban en el mercado tuvieron que reciclarse un poco y todo se enfocó a atender a las personas en su propia vivienda.

Esto supuso muchos retos, de hecho sigue con algunos retos, no hay ningún modelo perfecto. En el 96 se dieron cuenta que el problema que se les venía ahora era la cantidad de gente que empezaba a estar bien físicamente pero que era dependiente o gran dependiente por la demencia. Cambiaron de nuevo la normativa para fomentar las residencias, pero siguen siendo viviendas. Son residencias donde tú tienes tu vivienda y esta bajo la normativa de vivienda, tú no tienes una habitación compartida, esto no existe aquí desde los 80.

Lo que tenía esta pequeña vivienda es una pequeña cocina, no para que cocine, porque muchas de estas personas no están en condiciones de cocinar pero si para preparar un té, o si viene tu familia a verte puedes preparar un café, ciertas cosas. Y sobre todo, porque si no, no es una vivienda, si no tiene cocina es una habitación de hotel. Esto ellos lo han cuidado mucho, y siguen siendo viviendas y están bajo la normativa de viviendas. La gente que está ahí paga un alquiler y los cuidados van por otro lado que los provee en el caso de Dinamarca el ayuntamiento.

La oferta es tan variada como la demanda, no existe un único modelo y no hay un modelo perfecto, eso creo que es importante destacarlo. Si pensáramos que existe un único modelo de vivienda, estaríamos cayendo en el mismo error al pensar que las residencias son el único modelo posible de atención.

Hay distintos tipos de vivienda: hay una vivienda tipo mas hotel en el que la gente paga un alquiler, y luego en función de las necesidades que tiene o que necesita va pagando más o menos; luego hay los nuevos modos de vivienda donde se puede incluir las viviendas 50 Plus que llaman, que son esas viviendas que tienes a un usuario que a lo mejor no se ha jubilado todavía, pero que los hijos ya se han independizado y la casa familiar se le queda grande y decide mudarse a una vivienda con ciertas zonas comunes de interés, que esta situada en el centro de la ciudad o rodeado de personas de su misma edad; o está el cohousing también. Hay distintas opciones pero insisto que existen porque la demanda es muy distinta, no hay una única persona mayor con lo cual no hay única oferta.

Hablaba también de que en Noruega existe una legislación donde se habla de diseño universal, para que todo el mundo pueda usar la vivienda. ¿Podemos hablar de este mismo concepto en centros residenciales? ¿Qué parámetros deberían cumplir?

Precisamente con el tema de residencias, el grupo donde yo trabajo del SBI, se está trabajando en el diseño de ámbitos residenciales para personas con demencia y ahora mismo se están visitando muchas viviendas con cuidados (residencias) para ver si están adaptadas realmente al tema de la demencia. Hasta ahora pensaban que un 25% de estas viviendas estaban diseñadas para personas con demencia y se han dado cuenta que no, que algunas entraban en ese cupo simplemente porque estaban valladas o estaban preparadas para que esas personas no se escaparan (que es uno de los temas fundamentales de las personas con demencia). El Gobierno danés ha preparado un decálogo con una serie de preguntas que han tenido que contestar en un plazo máximo de 15 días y enviarlo, y en función de las respuestas tendrán el aprobado para cuidar personas con demencia o no.

En cualquier caso ¿que tienen que tener estos sitios? Nosotros hace un año ganamos un concurso para el diseño de una residencia de este tipo. Tenía que haber 15 viviendas por planta, y lo que hicimos fue dividirlas en grupos de viviendas de siete y ocho, con un espacio común que es fundamental. Este espacio normalmente es una cocina donde pueden ayudar a hacer la comida, pero también tiene que tener una terraza para salir al exterior, tiene que tener distintas perspectivas para ayudar en la orientación (uno de los problemas con demencia es este) si hay siempre una ventana mirando al este y otra mirando al norte pues vas a poder seguir la trayectoria del sol, y eso ayuda bastante a orientarte.

Por lo tanto, agrupaciones en torno a zonas comunes, aspecto de hogar donde incluso puedan llevarse sus muebles; luego aparte hay un espacio previo, el umbral que también es fundamental y que es un espacio intermedio entre tu vivienda y la parte común, en este espacio puedes colgar a lo mejor un cuadro tuyo o poner un mueble tuyo o una silla, de manera que ayuda también a la hora de reconocer tu vivienda. Muchas veces cuando tienes una vivienda no reconoces los objetos, pero sí el sentimiento que tienes hacia ellos, con lo cual indirectamente puedes reconocer que eso es tuyo y que esa es tu vivienda.

Otro aspecto es el tema de la luz. La luz es fundamental sobre todo en estos países donde no hay tanta, en España es un potencial tremendo que tenemos, pero tampoco se trabaja mucho con ella, y es un elemento fundamental.

El tema de contacto con el exterior, nosotros hacemos mucho hincapié en crear un jardín para estimular sensorialmente, donde la gente pueda oler, tocar, los suelos van cambiando, hay grava, baldosas, por supuesto hay bancos donde te puedas sentar a tomar el sol, hay sombras, y al final puedes ver también donde van pasando las estaciones. Al final de lo que se trata es de ayudar a estas personas, con lo cual esas cosas yo creo que funcionan bastante bien.

¿En España hay alguna normativa, bien a nivel estatal o bien de CCAA, similar a esto que nos cuenta se está haciendo en Dinamarca?

Que yo sepa no. Siguen siendo criterios de buenas conductas pero que yo sepa ninguna normativa lo recoge, entre otras cosas porque esto entra dentro de la normativa de Servicios Sociales, y al final lo que te pide es un teatro para 200 personas, o un salón comedor para dar comida a 200 personas, un jardín para 200 personas, esto de dividirlo en pequeños grupos no, y desde luego no puedes crear un espacio común donde la gente participa a la hora de preparar comidas con esta normativa actual es imposible.

Necesitas carné de manipulación de alimentos, este tipo de cosas y al final acabamos con tanta normativa que nos acaba impidiendo avanzar. Al final las personas mayores acaban a lo mejor con un ejercicio de meter un palo en una madera o similar, para favorecer la funcionalidad cuando podían estar ayudando a pelar patatas o a preparar la comida que es lo que han hecho toda la vida. Ten en cuenta que la mayoría de las personas de las residencias son mujeres que están acostumbradas a hacer la comida y a hacer las labores del día, entonces que en lugar de eso la pongas a hacer un puzzle no se si es útil, desde luego aquí en estos países no.

Además de la normativa que fija los parámetros, también los arquitectos dibujan los espacios. ¿Hay formación en España donde se tenga en cuenta la demografía y las necesidades de la población?

Formación la hay, lo que pasa es que es anecdótica. Yo si que he participado en algunos cursos en España que trataban el tema de viviendas para mayores. En la carrera se dan nociones básicas y poco más, hay que tener en cuenta que en la formación de arquitecto sería complicado que tocáramos todos los temas que por nuestra profesión podemos desarrollar, lo cual no quiere decir que en mi opinión haya que darlo más.

Creo que hay que fomentarlo sobre todo teniendo en cuenta el incremento de personas mayores, que esta demandando un nuevo modelo de vivienda, esto no había pasado nunca. Tenemos una oportunidad de diseñar para todo el mundo, intentando resolver las necesidades actuales de las personas mayores de forma que si diseñamos para ellos, e intentamos ir más allá con la excusa de que hay una gran demanda para las personas mayores podemos ayudar a otros colectivos a la vez.

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