El segundo presidente que ha tenido la Federación Empresarial de la Dependencia tiene como primer objetivo acabar con la situación de congelación del convenio colectivo.
El presidente la Associació de Centres d’Atenció a la Dependència de Catalunya (ACAD), Miguel Durán, persona polifacética, abogado, empresario, tertuliano y con un breve tránsito por la política, se convirtió el pasado 19 de abril en el segundo presidente que ha tenido la Federación Empresarial de la Dependencia (FED) desde su creación.
Sustituye en el cargo a Alberto Echevarría, que pasa a ocupar el cargo de secretario general de la organización.
Miguel Durán ha contestado a las preguntas de Negocios y Gestión de la Dependencia sobre cuáles son sus objetivos y cómo ve el sector residencial en la actualidad:
La primera pregunta es obligada, ¿cuál es su principal objetivo para esta nueva etapa en la FED?
Hay varios objetivos que son principalísimos todos. Uno es, por supuesto, ver si somos capaces de acabar con la situación de congelación del convenio colectivo. Y esto porque a mí, estas veleidades de convenio catalán, sinceramente, me parecen un desacierto y creo que la principal responsable de esto, que es ACRA, se equivoca palmariamente.
Creo que aquí conviene revitalizar las ansias de negociar de todas las partes, de los sindicatos y las patronales, y como partimos de la base de que lo que sobrevive es lo que sobrevive y en este sentido quiero poner mucho el acento en que por más que se quiera negociar un convenio en el ámbito catalán está excluido por la propia mesa negociadora del convenio estatal, será interesante que las centrales sindicales clarifiquen mucho su posición a este respecto.
A mí me parece un tremendo error que haya posiciones que aproximen la cuestión en la forma en que la señora Pascual (Cinta Pascual, presidenta de CEAPs y de la patronal catalana ACRA) y quienes les acompañan lo están haciendo, pero entiendo que cada uno hace lo que cree que tiene que hacer. Parece, por la información que tenemos, que un convenio de ámbito catalán representaría una subida salarial de un 15%. Yo no veo empresa que lo resista, ni de naturaleza mercantil ni siquiera de las del Tercer Sector.
A parte de revitalizar la negociación colectiva pidiendo el máximo de colaboración por parte de todos, porque una negociación es una negoción en la que todos tenemos que estar dispuestos a ceder, es razonable que a todo esto se le dé un impulso.
A este respecto de la negociación del convenio, ¿tiene usted buena sintonía con AESTE y con Lares, que son con quien negocian este convenio?
Yo, personalmente, con algunas personas, sí. Pero institucionalmente soy un recién llegado. Alguna experiencia en negociaciones colectivas tengo, porque yo he firmado bastantes de los convenios colectivos de la ONCE y sus empresas. Y luego, también, mi profesión como abogado en ejercicio, que tengo un departamento de laboral, creo que también me legitima para decir de eso conozco.
Me propongo en las próximas semanas tener encuentros con AESTE, con Lares y también con más gente, como otros sindicatos, con la Administración Pública. Vengo aquí no porque me interesen los cargos a nivel curricular, sino porque me interesa poder aportar cosas. Me lo han pedido mis compañeros de la Junta Directiva. Y así lo hago.
¿Para cuándo calcula que puede estar el texto definitivo de este VII Convenio Colectivo? ¿No tienen una fecha tope?
Eso no me atrevo yo a decirlo. Mi confianza en Alberto Echevarría es ilimitada. Sé que él lo está llevando esto muy bien en defensa del sector. Lo que espero es que mi llegada aquí no distorsiones sino que sirva para facilitar cosas. Pero no me atrevo a poner fechas porque esto es una cosa bastante compleja, muy complicada.
Además, creo que lo primero que tengo que hacer es darme a conocer. Sí que sé que a mí me conoce bastante gente porque he tenido, modestamente hablando, alguna trascendencia pública, pero una cosa es que se sepa quién soy y otra distinta es la relación personal que pretendo entablar con los principales actores del sector en las próximas semanas.
¿Cuáles están siendo, a su juicio, los aspectos más duros en la negociación?
Yo creo que en parte de la cuestión salarial, que siempre es dura, hay una posición sindical que para nosotros es una cuestión muy importante, que es que la oferta que hasta el momento nos ha hecho la parte social consistiría en redefinir las funciones de la gerocultora de manera que quedarían muy limitadas. Eso es muy difícil de asumir, pero de todo esto se puede hablar y si lo hacemos con visión global, con visión de futuro y cintura, con flexibilidad y no nos encasquillamos las partes en sus posiciones, si se buscan salidas razonables, pues esto también se puede ver.
Las gerocultoras, las personas que cumplen esta función, son el grueso de las plantillas no hay que olvidarlo, son personas que desempeñan un papel tan sumamente importante y trascendente que yo creo que todos tenemos la obligación de buscarles un acomodo, una ubicación en el convenio con toda dignidad y la mayor retribución posible. En lo demás yo creo que hay bastante consenso o podría haberlo.
Por otro lado, yo sí que me permitiría informar a la parte social, que esto ya lo han hecho Alberto Echevarría y otros, de que, además de presionar a las empresas para que aumenten su disposición retributiva hacia los trabajadores, los sindicatos no pueden olvidar que desde antes de la crisis aquí ha habido ya congelación y retrocesos de tarifas de nuestro principal cliente, que son las administraciones públicas.
Pedirle a las empresas que aumenten la retribución del personal y no hacer algo para ayudarnos a nosotros ante ese corresponsable del sector, porque en definitiva la Ley de Dependencia le obliga a prestar la debida atención con los necesarios recursos, me parece que los sindicatos nos presionan mucho pero nos ayudan poco. Por ejemplo, acudir a la Administración para decir que los trabajadores también tienen una parte importante en esto y ustedes, como clientes esenciales, tienen que hacer alguna cosa.
Asume el cargo en un momento bastante movido dentro del sector empresarial de atención a la dependencia. En poco tiempo han abandonado la FED organizaciones territoriales de mucho peso para formar otra asociación. ¿Cómo ve la situación general del sector y la posición de FED dentro del mismo?
La posición de la FED sigue siendo una posición de patronal mayoritaria en la mesa del convenio y eso, hoy por hoy, salvo que alguien más versado que yo en leyes me demuestre lo contario, es inamovible.
Es verdad que ha habido escisiones en la FED. No sé hasta qué punto es producto de personalismos o de que los fondos de formación ahora ya no afloran como afloraban antes. Ya se sabe que “donde no hay harina todo es mohína”.
Cuando las asociaciones regionales, en lugar de pagar recibían dinero de esos fondos que la FED gestionaba y gestionaba bien, pues todo el mundo estaba aquí y estaba bien, feliz y contento. Pero luego llegó la señora Pascual y quiso tener otro papel distinto, según me han informado a mí, y eso chocó con la estructura de la FED y la señora Pascual provocó esa escisión y a raíz de ahí aceleró la escisión de otros a los que trata de convencer para que estén fuera de la FED.
No pasa nada. Por mi parte yo hablo con todo el mundo, pero cada cual en su lugar. En lo que nosotros vamos a ser muy claros y firmes es en que el convenio estatal es el convenio estatal, e incluso aquellos que tienen convenio propio de ámbito territorial distinto, sin embargo en las tablas salariales están referidos al convenio estatal.
Por tanto, que nadie venga aquí con inventos, sobre todo no explicados, que pueden representar para las empresas catalanas una debacle. Pero por lo demás, nosotros nos hemos reconvertido en cierta medida. Hemos hecho el modelo más CEOE y admitimos asociaciones de ámbito regional, pero también nos abrimos a la incorporación directa de empresas y de esas tenemos un montón.
¿Se plantea en algún momento caminar hacia una nueva unificación del sector como hizo la FED en sus inicios hace diez años?
Nosotros estamos abiertos a cualquier tipo de colaboración y, por supuesto, con AESTE y con Lares que son compañeros en la negociación concreta en la que estamos, en la mesa que funciona. Vamos a tope juntos hasta el desenlace final.
Con los demás que no están en esa mesa, por supuesto que diálogo total y absoluto si quieren, pero diálogo ya de orden bilateral.
Mucha gente no sabe que Miguel Durán también es empresario del sector de las residencias siendo propietario de una cerca de Barcelona. Desde su perspectiva empresarial y como miembro de la patronal, ¿aconsejaría a un inversor poner dinero en este sector?
Incluso sin mi consejo, hay muchos inversores que están poniendo dinero en el sector y, además, capital transnacional, capital no español que se está incorporando a España y lo está haciendo en una proporción respetable. Por tanto, ellos que son más inteligentes que yo, representan un indicador de que este sector está vivo, pese a la desaceleración, cuando no recorte, que ha representado la actuación de la Administración Pública en los últimos ocho años.
El sector sobrevive gracias a que el empresario es una persona que antes de dar por perdida su empresa es capaz de arriesgar mucho. Porque el binomio empresario-riesgo es un binomio que todavía hay mucha gente que no entiende.
Para terminar, ¿alguna idea para la reflexión que desee plantear a nuestros lectores en esta nueva etapa como presidente de la FED?
Pues que, más que peleas internas lo que necesitamos es cohesión frente a un interlocutor común que es la Administración y que es la que está más directamente concernida por lo que dio en llamar el Cuarto Pilar del Estado de Bienestar, que es precisamente la atención a la dependencia, y que en lugar de pilar se ha quedado de momento convertido en una pequeña columnita.
Hay que recordar que la nueva Junta Directiva de la FED está formada por:
Presidente: Miguel Durán.
Vicepresidente 1º: Francisco Colell.
Vicepresidente 2º: Rubén Otero.
Secretario general: Alberto Echevarría.
Tesorero: José Miguel Marín.